11.27.2007

Trabajadores del hogar extranjeras

EL CALVARIO DE SER “ILEGAL”

En el contexto de la amnistía a inmigrantes indocumentados que anunció el gobierno, Jannina Canaval y Jenni Luján nos cuentan de su experiencia como empleadas domésticas en Chile.

Por Damaris Torres y Natalia Sánchez

Jannina Canaval (26), empleada doméstica de origen peruano, comenta “el problema de ser ilegal es sobre todo no existir socialmente, ya que no tenemos seguridad laboral y tampoco buenos sueldos, lo que ocasiona la ausencia de previsión de salud y la imposibilidad de un ahorro para nuestra jubilación. Por ejemplo, si algo se pierde en la casa, se nos culpa al ilegal y se nos despide. Si esto ocurre no tenemos un finiquito que firmar ni que pagar.”

El Departamento de Extranjería y Migración (DEM), de la Subsecretaría del Interior, anunció recientemente un plan de regulación de inmigrantes “ilegales“ que funcionará como Perdonazo y beneficiará alrededor de 20 mil extranjeros indocumentados residentes en nuestro país. Los favorecidos serán los provenientes de Perú, Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, República Dominicana, Cuba, Islas Caimán, y Haití. No obstante, los más beneficiados serán peruanos y bolivianos, con 15 mil y 2 mil visas reguladas respectivamente.

La Resolución de ley permitirá a todos aquellos inmigrantes que hayan ingresado al país hasta el 21 de octubre de 2007, y que no posean antecedentes judiciales o policiales, regularizar su situación en el país.

Según cifras del DEM, entre en los años 1995 y 2005 se otorgaron alrededor de 96.300 Permanencias Definitivas a inmigrantes, de las cuales 33 mil corresponden a peruanos. De las Visas otorgadas anualmente, ya sean sujetas a contrato, temporarias o de estudiantes, más del 50% son concedidas a personas de nacionalidad peruana.

La gran migración peruana en Chile es evidente. Existen estimaciones no oficiales que señalan que, cada mes, entre mil y dos mil peruanos se instalan a vivir en el país. De ellos, gran parte se encuentran en la ilegalidad, trabajando en condiciones paupérrimas. El caso más emblemático es el de las empleadas domésticas.

Nanas peruanas

Actualmente una gran cantidad de familias están contratando a peruanas indocumentadas como trabajadoras domésticas para sus hogares. La razón es simple: ausencia de contratos, salarios bajos, que pueden llegar incluso a los 80 mil pesos, y por sobre todo, la certeza de prescindir de sus servicios libremente, sin previo aviso.

La Asociación Nacional de Empleadas de Casas Particulares (Anecap) cuenta con 350 mil trabajadoras, de las cuales el 28% corresponde a mujeres peruanas con permiso de residencia en el país. Sin embargo, la situación de Jannina Canaval y Jenni Luján (29), y la de tantas otras mujeres, es distinta. Ellas ni siquiera pueden asociarse a instituciones como ésta por el hecho de ser inmigrantes sin papeles. Esto implica una considerable diferencia salarial. Las empleadas domésticas legales, ya sea inmigrantes o chilenas, reciben un sueldo entre los 150 y 250 mil pesos mensuales; por el contrario, las indocumentadas sólo optan a un salario que fluctúa entre los 80 mil pesos y el sueldo mínimo.

Ser inmigrante y no tener papeles, además de ser empleada doméstica, se convierte en una especie de estigma para la vida de estas mujeres. Tal es el caso de Jenni, quien comenzó trabajando puertas afuera en una casa de la comuna de Peñalolén obteniendo como sueldo 150 mil pesos mensuales. No obstante, las condiciones laborales cambiaron para ella. Desde hace dos meses su ritmo de trabajo consiste en un servicio puertas adentro, sin derecho a día libre, recibiendo por pago el mismo sueldo.

En el caso de Jannina la situación es más complicada. La joven, que reside en Chile hace 9 meses, trabaja sólo por 80 mil pesos en un hogar ubicado en la comuna de Las Condes. Su horario de trabajo es de 8 de la mañana hasta las 9 de la noche, hora en la que deja servida la cena para sus patrones.

Tanto Jenni como Jannina saben que mientras no regularicen su situación en Chile deberán soportar estas condiciones de vida; ambas necesitan el dinero que reciben, ya este es enviado a Perú, casi íntegro, para alimentar a sus hijos.
¿Será este plan de regularización de inmigrantes, “Perdonazo”, la solución para ellas?
Jenni y Jannina piensan que esta medida les es favorable, ya que regularizando su situación en Chile tendrían más posibilidades de resguardo social. Ambas se encuentran contentas de haber enviado su formulario y de tener la opción de obtener su residencia legal. Pese a ello, deben esperar la respuesta del gobierno.

La medida, que pareciera tan esperanzadora, ha generado controversias respecto al número de beneficiados. Según las cifras del Departamento de Extranjería y Migración la estimación de inmigrantes ilegales en Chile asciende a 20 mil personas, por ello los 20 mil cupos disponibles para el perdonazo. Sin embargo, las cifras del Comité de Refugiados Peruanos en Chile hablan de 45 mil personas.

De ser esta situación no se tendría certeza de quiénes vayan a ser realmente los que obtengan su permiso de residencia. Todos quienes no sean beneficiados correrán el riesgo de ser deportados al entregar sus datos a través del formulario de solicitud. Si bien, esta medida es positiva, en el sentido de normalizar la situación de miles de inmigrantes ilegales que viven en desfavorables condiciones, queda abierta la interrogante de los criterios reales de selección. Resulta preocupante considerando la esperanza que sembró en tantos inmigrantes este anuncio. Queda la sensación de que esta medida sigue siendo insuficiente.

3 comentarios:

No compre aquí. Vendemos muy caro. dijo...

Lisa y llanamente esto es el colmo.
¿Què sucede con la publicidad señoritas periodistas?
¿Debo navegar curiosamente por el mundo de los bloggers para enterarme de tan "laureada" labor para con nuestro género?

En fin.
Miles de congratulaciones.!
Siéntome como en Sex and the city.
=)

PS: Natybell, especiales besos y todo tipo de reacciones amorosas para ti!

MyM dijo...

Es interesante el caso de las comunidades migrantes. Cómo se articulan redes de apoyo, la situación de la discriminación y la visibilización social que adquieren lxs inimigrantes. Porque si bien iniciativas de normalización de papeles pueden servir para insertar a lxs inmigrantes dentro de redes de apoyo institucional, también dan una señal: no se puede vivir al margen del estado ni de la ley, la libre circulación no es tan libre.

En el fondo, tenemos la libertad de creer que somos libres e inventarnos cosas para alimentar esa creencia, pero en el fondo sigue habiendo marginalidades que quedan fuera de lo 'normalizado', lo 'legal'.

Saludos

Santiago Chiva, Granada dijo...

Hola.
La inmigración tiene una cara humana; me ha gustado la movilización que -por encima de ideologías y creencias religiosas- han hecho en el Reino Unido el grupo “Strangers into Citizens”. Austen Ivereigh, su principal promotor ha explicado en Granada el pasado fin de semana cómo han logrado que los tres principales candidatos para la alcaldía de Londres de las municipales que se celebran –el conservador, el laborista y el liberal- apoyaran su propuesta, que la Cámara de los Comunes la haya discutido y que el partido liberal la haya hecho suya.
Su planteamiento no es solidaridad ingenua sino puro pragmatismo británico: sacar del limbo legal en que se encuentran cientos de miles de personas que nunca podrán ser repatriadas por el inmenso coste que supondría. No es una tarea popular: la objeción que se le pone -el posible efecto llamada de una medida como ésta- es seria. Sin embargo la propuesta humanitaria es compatible con la fortaleza del Estado en el control de fronteras y contra la delincuencia. Un ejemplo de movilización ciudadana desinteresada del que los españoles podemos aprender mucho…

Santiago
http://opinionciudadano.blogspot.com/