PORQUE TODO VUELVE A LA MATRIZ
El mundo no se hizo en 7 días ni salió del dedo divino de un hombre. El mundo no partío de un gran estallido que de pronto nos puso aquí y ahora, entre edificios y autos con celulares en la mano. Seguramente, la mujer tampoco nació de la costilla de un hombre, a menos que claro, Adán haya tenido útero alguna vez en su vida.
Vivir en un mundo donde todo gira en torno al falo -a sus glorias y no a sus fracasos-, de seguro no ha sido fácil. Situarse a la derecha de Dios padre, quien nos dio la costilla de Adán y con ella, la vida, nos ha dado la humilde tarea de servir y pagar el precio de ser mujer en cómodas cuotas mensuales. Podemos ser damas, señoras o señoritas; a veces perras, putas o bataclanas. Pero siempre relegadas a la cocina, al matinal y a la dulce espera del sostenedor; siempre desde la mirada de alguien más, desde la cual la información para la mujer sólo concierne a la última moda o a las recetas de cocina.
Por ello, La Matriz pretende abordar la actualidad desde una perspectiva de género, yendo más allá de la ropa y los accesorios, y reivindicando lo propiamente femenino, rescatando la inserción social que se ha logrado desde el siglo pasado, por medio de codazos, empujones y gritos. Porque no somos ni reinas ni seres delicados, porque más que respeto buscamos igualdad de trato, porque somos fuente de origen y todo vuelve a nosotras; hoy, vuelve a La Matriz.